Buscar este blog

miércoles, 19 de diciembre de 2012


Se acerca Navidad y los corazones deberían saltar de gozo. Se acerca Navidad y no veo rostros felices. Se acerca Navidad y escucho a uno y a otro decir que necesita un descanso, que desea irse a algún lugar tranquilo, que ya merece vacaciones. Se acerca Navidad y veo gente correr de negocio en negocio comprando ropas, calzados, regalos, de todo un poco ... Ahh! Y mucha comida y bebida. Se acerca Navidad y en el andar de cada día no logro escuchar que ¡¡VIENE DIOS!!
Navidad: Nace el Señor! Es su fiesta. Es la fiesta de la humanidad que recuerda que ¡DIOS! ¡DIOS! HERMANOS, DIOS! se hizo hombre, se hizo carne, nació de una Mujer, y vivó entre nosotros. Dios realmente Dios y verdaderamente humano. Vivió, comió, lloro, jugó, sonrio, lloro... mostró al hombre como se es verdadero hombre.
Y nosotros pensando que esta fecha ya es tiempo de descanso. Pensando que tenemos que comprar y los gastos son cada vez mayores. Preocupados por lo que comeremos y tomaremos, donde nos reuniremos, incluso los sin sabores familiares por los que están y por los que no están.
Y la Navidad es precisamente ¡DESCANSO! Descanso en Dios, reposo en ese Niño que viene a acompañarnos, que viene a decirnos con humildad la grandeza verdadera!
Necesitas descansar? Necesitas un lugar donde ir? Qué mejor lugar que tu interior?
Es que, a veces, el interior del ser humano está tan convulsionado como la sociedad misma, a veces el interior no tiene ninguna diferencia con lo exterior, y ahí radica el problema.
Este es el tiempo de aquietarnos para Dios, para encontrarnos con Dios, para prepararnos para su venida. Es tiempo de darle espacio, de tomar conciencia de que NAVIDAD es: DIOS CON NOSOTROS... pero... ¿Cuándo será nosotros con Dios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario