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miércoles, 15 de junio de 2011

¡¡DAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS!!

"Hermanos: Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. Como dice la Escritura: "El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente". El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia. Así, serán colmados de riquezas y podrán dar con toda generosidad; y esa generosidad, por intermedio nuestro, se transformará en acciones de gracias a Dios"

Mis amadisimos hermanos, les quiero compartir este trozo de la carta de San Pablo a los Corintios, teniendo por Gracia de Dios, el mismo sentimiento en mi corazón, sentimiento que supongo lo llevó a escribir a Él, aparte de la inspiración divina, para enseñar a sus hermanos y para demostrarles su amor.

Hay muchas cosas muy importantes que podemos ver en este tan pequeño trozo, y tan grande a la vez. Nos habla de generosidad, de desprendimiento, de confianza, de fe, de parrecía... también de compromiso!!

Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente: ¡QUE GRAN VERDAD! me viene a la mente un cuentito de un hombre que una vez comió un melón sin semillas y como le gustaba la huerta se dispuso a tener una gran cosecha de esos melones. El tema es que pensó que bastaba solo con preparar la tierra, hacer los hoyitos en el piso, hacer como que ponía una semilla y luego taparlo... esperó, esperó, esperó y nunca germinaron ni crecieron sus melones... A veces nos sucede que pensamos mezquinamente, creemos que por estar en la viña del Señor, por darle un poco de nuestro tiempo, por cumplir con algunos preceptos, entonces nuestra vida cristiana ya está a la medida de Dios. Y cuando nos pide un poquito más nos empezamos a preocupar o a quejar que más no podemos, que ya es demasiado lo que hacemos o damos... pero ¿Saben por que sucede esto? Simple... porque aunque parece que lo tenemos claro, todavía nos puede la humanidad y nos quedamos en los seres humanos, no tenemos plena conciencia que lo que hacemos verdaderamente es para Dios, en Dios y desde Dios. Por eso muchas veces somos mezquinos, y pretendemos ver la gloria de Dios, pretendemos ver crecimiento, pero al sembrar con mezquindad se cosecha con pobreza!!!

Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras.: Esta carta de pablo habla de una colecta muy especial, donde los cristianos de muy buena gana habían accedido a aportar para ayudar a la Iglesia... Ahora quiero detenerme específicamente en nuestro compromiso con el Señor respecto al diezmo.
Quiero compartir con ustedes el llamado, la invitación a expresarle a Dios nuestro amor a través de la generosidad, el desprendimiento y sobre todo, a través de la confianza ciega en Él.
Hermanos, si Dios no fuera providente con nosotros, nadie, absolutamente nadie tendría nada!!!!! ¿Por qué tanto regateo con Él entonces? FALTA DE CONFIANZA... pero también falta de respuesta y de enamoramiento.
Dice pablo que Dios se encarga de que nada nos falte, es más, que se encarga de que nos sobre para hacer obras buenas... Entonces??? Solo es cuestión de animarse y demostrarle a Dios que verdaderamente creemos en Él y le creemos a su palabra; creemos en su fidelidad y solicitud por sus hijos, creemos que puede hacer grandes cosas.
Creo firmemente que aunque demos 1 peso, pero convencidos de que es para Dios y que él lo multiplicará para su gloria, que es lo que le pertenece y que es la ofrenda del corazón, experimentaríamos grandemente la providencia.

Mucho más podría decirles, pero solo los invito a pensar en esto, a recibirlo con alegría, a meditar en el corazón cuál es la verdadera motivación que debemos tener en el momento de hacer nuestra ofrenda a Dios.
Dios que es rico en amor y generosidad no dejará nunca de cumplir sus promesas!!!!! ESO ES VERDAD!!!!!!!!!!!!!


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